Carnavales zurdos en enero

Las tres reinas republicanas (perdonen el oxímoron) en la cabalgata bufa del 12 de enero de 2025, en CatarRoja

El estado siempre es confesional, porque los que lo detentan tienen creencias y convicciones. Tienen sus dogmas, su moral y sus dioses en los que creen . El ayuntamiento de Catarroja no es una excepción

Estamos en un contexto en el que el estado confesional está cambiando de credo, del dios en el que cree. Al cambiar las creencias, cambia la ética y consecuentemente la estética que lo acompaña. De ahí el intento de destruir las tradiciones locales y sustituirlas por otras más acordes al nuevo credo.

Como esto chirría con la percepción de la gente, lo que se denomina "sensus fidei", hay que explicarlo y emplear una pedagogía para poder convencernos de lo mal que lo estábamos haciendo y que ahora hay una forma moderna que viene a sustituir a la anterior.

Y para ello, hay que comenzar con la educación de los que nos tienen que sustituir: la infancia y juventud. Así, empleando los viejos formatos externos, resignificamos los nuevos contenidos, que en este caso, ¡Oh, sorpresa!, no existen. Es un mago de hoz hueco. 

Un carnaval  revanchista que dulcifica y resignifica la historia, especialmente las correspondientes a sus orígenes intolerantes en plena guerra civil presentando un espíritu segundorrepublicano idílico que redunda en el blanqueamiento de delincuentes donde los silencios son más elocuentes que las afirmaciones.

Una guerra civil que los organizadores del acto reconocen deudora de su hermana mayor, la revolución francesa, a la que deben honor y pleitesía asignando los nombres de su núcleo duro a los personajes principales que originan y justifican el acto.

El convencimiento y la seguridad de sus fundamentos ideológicos son de tal calibre que todo el panfleto que acompañó al acto rezuma autosuficiencia supremacista ecohembrista por todos lados. En este guiño hembrista, se intenta contraprogramar y sustituir a un Papá Noël por tres mujeres. No quisiera deducir de este hecho que hacen falta tres mujeres jóvenes, y encima con poderes mágicos, para poder sustituir a un hombre viejo. Mal tiro por la culata habría resultado este acto. 

El documento abunda de un autodenominado lenguaje inclusivo que, en realidad, retuerce la lengua para emplearla como ariete excluyente. Una Neolengua que utiliza de forma hipócrita la inclusión como coartada para separar y dividir lo que previamente ya estaba incluido.  Es lo que tiene la inclusión excluyente. Si es que no hay nada como alardear de lo que se carece, cayendo en los mismos pecados que se denuncian. Mt 7, 1-5.

Las asociaciones responsables de este evento, entre las cuales incluyo al Excelentísimo Ayuntamiento de Catarroja, pretenden la sustitución directa de la verdadera tradición valenciana por otra ajena al sentimiento del pueblo al que dicen servir; convirtiéndose así en agentes dinamizadores de un cambio cultural, tanto de fiestas, como de tradiciones. Cambio cultural en el que se inserta también el cambio de lengua con intenciones claramente catalanizantes.

 


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