Permítame, Sr. Alcalde de Albal, D. José Miguel Ferris Estrems felicitarle efusivamente desde estas pobres y limitadas líneas que lo único que pretenden es dejar constancia de la actualidad del primer cuarto de siglo en l'Horta Sud de Valencia y en concreto, soltar la prosa sobre las andanzas y cuitas de los peculiares personajes públicos que dirigen los destinos de nuestros pueblos. En esta ocasión, en concreto, el Sr. Alcalde de Albal.
No le eches la culpa al clima que siempre ha estado cambiando desde que la Tierra existe, sino a los responsables de estos desaguisados que te han dado el CAMBIAZO CLIMÁTICO.
Cuando en la próximas lluvias tengamos no dos sino tres metros de altura delante de casa, recuerda que ahora hay menos superficie para absorber el agua y que además se están levantando más muros para impedir su paso rápido hacia la Albufera.
Finca de proporciones monstruosas que se ha dejado construir en mitad del paleocauce, enfrente del instituto de Albal.
Un muro formidable hecho a base de construcciones residenciales que se alzarán contra el discurrir del agua por su cauce natural. Hanegadas enteras que ya no drenarán agua hacia el subsuelo. Millones de litros que tendrán que ser evacuados del sótano a base de gastar KWh consumidos de forma tan antiecológica como evitable.
Finca de proporciones monstruosas que se ha dejado construir para que haga de muro al barranco de Pelayo
Agradecemos al Sr. Alcalde de Albal, D. José Miguel Ferris Estrems, la concesión del permiso de construcción de esta colosal finca justo en el mismísimo borde del barranco. Suculentos ingresos que vendrán muy bien en la reconstrucción de Albal.
Obsérvese su diseño hidrodinámico curvo para conducir los millones de metros cúbicos de agua que ha realizado a propósito el arquitecto, consciente del problemón que tendrá ese edificio, en dicha ubicación, cuando pase las siguiente lluvias de otoño. Ni se imaginan el fabuloso espectáculo del que disfrutarán, completamente gratis, en primerísima fila, en riguroso directo, de la siguiente barrancada. Se van a hacer virales todos los vídeos que hagan. El éxito está super asegurado. Seguro que esta expectación hará subir el precio del metro cuadrado de la finca hasta límites estratosféricos.
Un sacrificio heroico al que someterá el constructor de la finca a los futuros vecinos temerarios que se atrevan a comprar un piso en ese edificio. Y todo ello con la connivencia institucional del Sr. Alcalde de Albal, que no sólo no ha revocado el permiso de obras tras la barrancada para no tener que devolver el importe, sino que además pretende aumentar la recaudación del IBI tan pronto consigan que algunos incautos se vayan a vivir allí.
Un alcalde temerario que hace honor a su segundo apellido. Un negocio redondo para todos... excepto para el pueblo y los vecinos que se atrevan a vivir allí. Pagará por ello, Sr. Alcalde D. José Miguel Ferris Estrems.
Recomiendo al Sr. Alcalde de Albal que, dado que la CHJ carece de competencias para impedir estos desmanes en el barranco de Pelayo, al ser todo ese terreno de propiedad municipal y, dado que la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio se lava irresponsablemente las manos en este negocio; se quite ya del todo la careta y haga en el barranco de Pelayo lo mismo que YA está haciendo en los terrenos recalificados como urbanizables del paleocauce que delimita Albal con Catarroja.
No tenga miedo. Hágalo antes de que se lo impidan. No hay responsabilidades y todo son ganancias. No las ha habido con los alcaldes anteriores, ni tampoco las habrá. Y si vuelve a pasar de nuevo la barrancada, la culpa siempre se la echaremos al cambiazo climático, ese chivo expiatorio que tan bien les viene a todos para eludir nuestras responsabilidades penales y políticas, ¿verdad Sr. Alcalde de Albal?
Y luego la culpa será mía por conducir un vehículo diésel.
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