Tenemos un gobierno municipal de Catarroja que vive en una realidad paralela, en una realidad virtual cuyo parecido con la verdadera realidad es pura coincidencia. Ese mundo ideal está sustentado por una poderosa inteligencia artificial a la que llaman "The Matrix" y que permite al gobierno municipal disfrutar de un mundo feliz que sólo existe en su imaginación. Un mundo feliz, como el de Aldous Huxley, que pregonan por doquiera que vayan. A ese mundo feliz lo llaman Catarrojix.
Marxinity
Catarrojix tiene un ama que lo domina a su antojo. Su nombre es Lorenity. Lorenity presenta un comportamiento repetitivo, por medio del cual, se cree una demócrata absolutista de izquierda (disculpen el oxímoron). Como buenos totalitaristas zurdos, el ramalazo absolutista siempre se le cae. Y como es una persona ilustrada, acaba cayendo en su tic favorito: el despotismo ilustrado al cual son también muy aficionados otros miembros del consistorio. Como buena marxista, no duda en contrapuntar a unos vecinos con otros para sacar su tajada política.
Media
Lorenity tiene a su disposición medios de propaganda haciendo que hablen bien de ella a toda la ciudadanía de Catarrojix.
Seguridad
Catarrojix es un mundo ideal en el que existe la policía rural, que es magnífica y permite vivir felices y confiados a los agricultores, sin miedo al futuro, a robos de cobre en los pozos que causen miles de euros de pérdidas directas y cosechas arruinadas por falta de riego. En cambio, en la Catarroja real, ni está ni se le menciona, especialmente en época de robos y hurtos.
Mención aparte merece Louis Martin que al ser el dueño del cortijo y vivir permanentemente en Catarrojix, está por encima de la realidad de Catarroja y visita siempre las obras al estilo del tirador olímpico Yusuf Dikec, vistiendo un atuendo casual, dando a entender a la ciudadanía, con esas fotos, que ha condescendido a rebajarse a hacer una visita a la plebe que suda al sol en verano, de paso que pasaba por ahí.
Del mismo modo que los poderosos manifestaban su poder no llevando mascarillas en la pandemia, mientras el resto de subalternos cumplían escrupulosamente con las imposiciones caprichosas: así, nuestro Louis, no cumple con ninguna norma de seguridad en sus visitas: no lleva casco, ni zapatos de seguridad, ni reflectores, ni nada. Vamos, on his way.
Observen TODAS las entradas en las que aparece, tanto en el grupo Carrer a Carrer como en el grupo del Ajuntament de Catarroja, visitando obras y observen el detalle. No tiene desperdicio.
Porque está claro que cuando vives en Catarrojix, nunca te pasa nada, no así los pobres trabajadores, los cuales, al vivir en Catarroja, sí les puede pasar cosas muy malas y por eso deben cumplir a rajatabla con TODAS las medidas de seguridad.
Ciudad educadora
Catarrojix es una ciudad educadora en la que el concejal de urbanismo se permite ser chulesco con los ciudadanos, a los cuales esquilman sus recursos vía impuestos para vivir opíparamente a su costa. Es su forma de educarte. Y como le repliques, te cancela. Es lo que tiene el poder.
Ecosostenible
En Catarrojix, la movilidad es sostenible porque la sostienen los ciudadanos de Catarroja, dando vueltas durante horas, cual buitres en busca de una chusca plaza de aparcamiento cadáver donde dejar su maltrecho coche. Coche cada vez más envejecido por la cantidad de kilómetros extra que tiene que recorrer su dueño para encontrar una plaza de aparcamiento... en el pueblo de al lado o teniendo que aparcar en zonas despobladas en el extrarradio, rodeadas de la penumbra característica que acompaña a todas las acciones de Jack Martin.
o simplemente para poder desplazarse de una calle a otra
o hacer interminables colas para entrar en el pueblo por la estrangulación realizada a las vías de entrada debido a un mal diseño del carril bici.
En Catarrojix, cada vez hay menos coches en las calles y también menos aparcamientos gratuitos.
Catarrojix disfruta de frondosos árboles que ofrecen amplias sombras, en su avenida principal, a sus ciudadanos. Frondosos árboles que remedian el calor en verano y dejan pasar el sol en invierno, que no se corresponde con la realidad raquítica de la Catarroja real. Árboles cuya sombra real es superada por la de los viandantes.
Catarrojix es un mundo color verde vegano, como lo muestra la foto de la portada de Lorenity de esta entrada. Aunque ese color es pura apariencia pues todos sabemos que el consistorio es rojo y bien rojo por dentro. Podríamos decir que Catarrojix es como una sandía, que es verde por fuera, pero roja por dentro. No hay más que ver cómo tratan a la fauna autóctona.
Inclusivo
Catarrojix es un mundo inclusivo en el que sólo puede gobernar la izquierda. El resto es oposición. En la imaginación de Lorenity no cabe la colaboración. Cualquier otra propuesta cultural es laminada, muy poco subvencionada o subvencionada con "retrasos".
En Catarrojix, todas las fuentes y estanques han sido ya enterrados, por personajes siniestros, con mucho poder, de los que es mejor no hablar: The Martins. Son los esbirros de Lorenity, que se encargan de hacer su trabajo sucio cuando ella no puede o no quiere mancharse sus limpias manos. Prefiere que el barro de las quejas se vierta sobre ellos. Entre otras cosas porque son de un partido diferente. Pero cuidado, porque el barro es líquido y una vez vertido, salpica a todo lo que tiene a su lado.
Por su importancia, le daremos más adelante una entrada específica. Baste saber que entre ellos, no pueden verse ni soportarse.
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