Existe un gobierno en Catarroja que, desde hace mucho tiempo, con la cursilería que caracteriza a la izquierda del siglo XXI, no duda en asignar colores a cada una de sus revoluciones. Así tenemos la revolución
- Verde, que se identifica con la ecología, la sostenibilidad, la resiliencia... Disculpen si en lo sucesivo tengo que emplear algún vocablo en neolengua marxista
- Rosa y Morada que identifica a la revolución hembrista.
- Multicolor en la que un grupo social minoritario recibe privilegios sociales por el simple hecho de meter la polla en lugares alternativos a los previstos por la Naturaleza; entrando por ello en una disonancia cognitiva con la Verde por esta razón, pero cuya disonancia no están dispuestos a aceptar las izquierdas porque contradice la ideología.
- Otros que no voy a listar por no aburrir al lector
Pues bien, para poder imponer sus revoluciones, en contra del sensus fidelium, la izquierda política viene empleando técnicas marxistas para conseguir implantar "sus revoluciones". Técnicas que suelen ser desconocidas por la inmensa mayoría de la ciudadanía y, por ello, continúan siendo efectivas; por falta de vacunación obligatoria. Una de esas técnicas revolucionarias parte de la concepción marxista de la historia y que se desarrolla en varias fases perfectamente conocidas como lucha de clases.
Este gobierno asume que existe una estructura económica y social que favorece a los instalados. Estos que intentan mantener sus privilegios a toda costa y son por ello "conservadores" del status quo. Los que detentan el ayuntamiento, se han dado cuenta de que han aparecido una nueva clase social que representa, según ellles, el nuevo modo de producción. Esta nueva clase social representa el futuro, la vanguardia y son la punta de lanza en la lucha por que la sociedad se transforme y mejore. Ellos son los "progresistas". Considera, por tanto, “reaccionaria” y “superada” la vieja estructura social y propone una nueva “revolucionaria”.
Esta teoría de la lucha de clases, ahora aplicada en Catarroja, los iluminados por esta nueva realidad que ellos mismos han creado, tienen la obligación de tomar partido por los más desvalidos y necesitados. Veamos las fases en las que se aplica esta revolución y que pagas tú de tu bolsillo:
1.- Lo primero que hay que hacer es detectar una coartada que permita fragmentar el tejido social que convivía hasta ese momento en paz, ajeno a cualquier desavenencia y enfrentamiento. Lo importante es que hay que conseguir la fragmentación y el enfrentamiento, porque si no existe esta premisa, la revolución no es posible. Este es el talón de Aquiles de esta teoría, si no se divide, no se puede vencer. Entonces lo primero es fragmentar maniqueamente el hormiguero entre hormigas negras y hormigas rojas.
2.- Una vez generada la separación artificial entre ambos "colectivos", hay que designar a uno de esos dos grupos como "oprimido", lo cual califica inmediatamente al otro grupo como "opresor".
3.-
Una vez delimitados claramente ambos bandos, calificados por el poder como buenos
y malos, lo
siguiente es hacer de Robin Hood ad hoc: Ponerse de parte del bando señalado por el poder como oprimido.
4.- Para ello, se hace lo que mejor saben hacer marxistas: prohibir e imponer.
Del mismo modo que se facilita la vida a los oprimidos agraciados empleando todos los resortes del poder, se le hace la vida imposible a los desgraciados señalados como opresores por parte de ese mismo poder. Así, por ejemplo, tenemos en Catarroja a la clase oprimida de los ciclistas y peatones y a los opresores conductores de vehículos; tenemos a la clase siempre oprimida de los valencianoparlantes y a los opresores castellanos, los que quieren estanques frente a los que quieren césped, los desaprensivos propietarios de perros frente a los viandantes aprensivos y finalmente, un clásico: mujeres contra hombres. No podía faltar. Y es tan importante esta lucha entre oprimidas y opresores que se le dedica hasta una concejalía exprésamente para ello, con grado de segunda Tenencia de Alcaldía y que tiene como misión garantizar la Igualdad, el feminismo y la Diversidad, entre la cual no estás tú.
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