No se si alguien se acuerda de la lamentable imagen que tuvimos que soportar, con nocturnidad y alevosía, hace más de dos años atrás, en la primavera de 2022, cuando todavía no nos habíamos recuperado de la pandemia y todavía había gente circulando con mascarillas por la calle.
El pobre Croqui, asesinado patas arriba, como corresponde a un animal muerto y además abandonado a su putrefacción, en la intemperie, y al despiece por las aves carroñeras que pasaran por ahí.
El ingenioso hidalgo y concejal andante de infraestructuras tuvo a bien retar y derrotar a estos molinos de viento en CataMancha en singular batalla. Para ello secó el lago en el que vivía el noble animal y seguidamente lo ajustició de noche, con alevosía y nocturnidad. En su aventura singular, el pueblo le regalaba esta idea: "El cocodril i el parotet els podriem fer un raconet al parc dels patos! Que estaràn acompanyts"
El concejal andante no pudo reprimir su admiración por una imaginación que no poseía y no dudó en hacer propia esa idea, reafirmándola de la siguiente prosa: "Ideal! Els patos i les polletes els cuidaràn"
El pueblo entregado a la admiración de tan noble gesta del concejal, recelando acertadamente de sus palabras, fruto más de una exaltación emocional que de un razonamiento sesudo y de un compromiso que sólo figura en el nombre de su partido; le presionaron un poco más, pero sin pretensiones: "D'acord. Però al cocodril li buscareu un nou emplaçament? Te una especial estima per a mi. Gràcies."
Emocionado y exaltado, espetó el ingenioso hidalgo: "Clar. I al parotet, també"
Y mientras esto decía nuestro concejal, una dulce luz dorada exaltaba sus cabellos, que flotaban lánguidos, mecidos por la suave brisa vespertina que de la albufera procedía. Una mirada altiva, con la barbilla levantada y la mirada fija en el horizonte en el que se vislumbraba un futuro hermoso y prometedor. Ya se imaginaba nuestro hidalgo, una figura de bronce con su torso desnudo que le inmortalizara, mirando por siempre a Croqui y al Parotet... sobre las aguas brillantes del parque de los patos.
De esto hace ya dos largos años. Imagino que estarán nuestras nobles criaturas a buen recaudo, alimentadas y mantenidas, a la espera de encontrarles singular y digno lugar donde descansar en sus postreros días de retiro.
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