En esta confusión entre lo público y lo privado, se diluye lo que está pagado con mis impuestos y lo que está pagado con su dinero; lo que se hace como concejal o vice alcaldesa y lo que se hace como individuo particular.
Y esta actitud de la vida real, se manifiesta de forma natural y descocada en la vida digital.
Así, tenemos una vicealcaldesa que, sin ningún sentido del pudor, coloca en su muro PARTICULAR que ya se pone en marcha la remodelación del parque de patinaje en el parque de Paluzié, cuyo nombre real es el parque del Secanet. Pero bueno, aceptamos pulpo como animal de compañía. Estamos hablando de febrero de 2022.
Si miran ustedes en el telegram del ayuntamiento, por esas fechas, no encontrarán absolutamente ninguna referencia a esta toma de decisión; como tampoco encontrarán nada de todas las que a continuación encontrarán en esta entrada. Es decir, que si quieren estar enterados de las decisiones de la alcaldía, tienen que ser amigos personales de la persona que ostenta el cargo, en la red social que ella elija, para hacerle el caldo gordo a la multinacional que nos ofrece el servicio de red social. Y si no, por los medios "oficiales" que ofrece el ayuntamiento, ni se enteran.
Esto permite capitalizar la atención hacia su persona y poder explotar personalmente el rédito que como cargo realiza y de paso, coger siempre con el paso cambiado a la oposición para llevarle siempre ventaja en tan singular como injusta contienda.
Como no podría ser de otra forma, puestos a capitalizar personalmente los 40.000€ que ha costado la reforma, se adjudica su pronta finalización el 4 de octubre, aprovechándose nuevamente de la información privilegiada que, como cargo, posee y que no posee el resto de la oposición.
Un claro uso partidista de estos recursos en una campaña electoral, ya a todas luces indisimulada, esto raya la apropiación privada. De ahí que además se apropiara de su inauguración, como no podría ser de otro modo viendo su modus vivendi.
Esta obra, pagada con los más de 40.000 euros que nos ha sacado de nuestros impuestos, debería haber sido anunciada en el muro oficial del ayuntamiento para el conocimiento de toda la ciudadanía de Catarroja. Y además publicada de forma aséptica y sin personalismos de ningún tipo.
Si yo no soy amigo de Lorena Silvent o no quiero serlo, ni tengo la obligación de hacerlo para enterarme de las últimas novedades que están ocurriendo en nuestro pueblo, el resultado final es que no me entero de lo que están haciendo con mi dinero.
Tiren hacia atrás en su muro y podrán ver la presentación de los primeros premios para la promoción del valenciano a los negocios locales. Premios que entrega en condición de vicealcaldesa y no pagados con su dinero particular de su fantástico sueldo... también pagado por todos nosotros. No tiene desperdicio.
Si siguen tirando hacia atrás, podrán ver que no ha dejado por sacar en su muro PARTICULAR un evento en septiembre, pagado por todos los que leemos estas palabras. Es curioso que de su vida privada, no aparece nada, ni tiene por qué hacerlo pero, en cambio, su muro está plagado de actividades que ha realizado en condición de su cargo público.
¿Acaso no puede Lorena poner en su muro la actividad profesional que realiza?
Pues claro que sí que puede. Faltaría más. Igual que yo mismo puedo hacerlo. Siempre que previamente lo haya hecho en el muro oficial de la entidad a la que financiamos con nuestros impuestos y que le paga su sueldazo.
Concejal de urbanismo
Y el colmo es el concejal de urbanismo, cuyo muro particular se dedicaba a asignarse los méritos de su gestión como concejal; actividad a la que supongo se seguirá dedicando tras arañar, sin querer, su finísima y exquisita piel de animal político y ser condenado, este que les escribe, a la expulsión de su muro. Con lo cual, he dejado de ser informado de sus actividades urbanísticas a pesar de que las tengo que sufrir y pagar, junto con su sueldo.
Oposición
Pero lo peor es que tenemos una oposición que le ríe las gracias a estos individuos y no pega un puñetazo encima de la mesa y exige la finalización del uso partidista y personalista de las actividades públicas que como cargos públicos están obligados a realizar. No hay ni siquiera la sensibilidad para poder sentir este trato caciquil y humillante al resto de fuerzas políticas y a la ciudadanía.
Tal vez deberíamos pensar, con razón, que a lo mejor es porque cuando se giren las tornas, los que ahora no se quejan, tienen pensado seguir haciendo las mismas prácticas porque, en el fondo, no son más que dos caras de la misma moneda.
No nos merecemos esto en un país supuestamente democrático, como España.
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