Los CLER. Ética y estética "progresista". La neolengua

Quinta manifestación contra Carlos Mazón convocada, entre otros organizadores, por los CLER

Cada ética conlleva su correspondiente estética. Así, cuando uno ve un Kandinski, puede diferenciarlo completamente de un Picasso. Cuando uno observa la estética hembrista que se despliega en las manifestaciones del 8M en Argentina, uno puede perfectamente diferenciarlas de la estética de las convecciones de Trump.

Lo mismo ocurre con el lenguaje. El uso de determinados vocablos y expresiones delatan claramente la ideología de base que subyace a unos movimientos que se camuflan como "apolíticos" y que surgen de un modo aparentemente espontáneo, desde abajo, desde el pueblo. En el caso que nos ocupa, los CLER que han aparecido "improvisadamente" en todos los pueblos afectados por la última barrancada acaecida en los pueblos de l'Horta Sud de Valencia el 29-0 de 2024.

El pasado 16 de abril se produjo un encuentro en el que participaron los comités locales de emergencia y reconstrucción (CLER), asociaciones de víctimas de la DANA, sindicatos y diferentes colectivos feministas, ecologistas, en defensa de la lengua, de la educación pública, de la economía solidaria y por los derechos de las personas migrantes que decidieron echar a andar hacia un proceso de “construcción colectiva de las políticas de país (valencià, se entiende en su contexto zurdo) para que la negligencia que ha causado tantos daños materiales y muertos no vuelva a repetirse”. Negligencia que nunca tiene como diana de responsables ni a las alcaldesas socialistas de Paiporta, Catarroja y Benetuser, ni a la delegación del gobierno socialista, ni mucho menos al socialisto Dr. Sánchez, cuyo nepotismo y cohecho han sido más que patentes.

No falla, Dios los cría y ellos se juntan. Todas estas organizaciones están cortadas por el mismo patrón ideológico y asumen todas ellas el pack indivisible autodenominado "progresista":

  1. Escriben única o mayoritariamente en catalán.
  2. Se refieren a la Comunitat Valenciana como País (Valencià), con todas las connotaciones ideológicas catalanistas pertinentes.
  3. Emplean como método organizativo el asambleario, comunitario, colectivista y sindicalista.
  4. Hembrismo agresivo camuflado bajo el paraguas feminista amable.
  5. Por supuesto, siguen el dogma de que lo público, por defecto, siempre es lo mejor por el mero hecho de serlo. Así, siempre la educación ideologizada pública, los medios de transporte públicos, la sanidad pública... son dogmas inamovibles de un credo globalista en los que siempre se reconocen estas asociaciones entre sí.
  6. Usan la neolengua "progresista", que es lo que se analiza en esta entrada.
  7. Sus actividades suelen estar recogidas por webs minoritarias de ultra izquierda y, en el mejor de los casos, en periódicos de izquierdas como elDiario.es, Levante, el Plural...
  8. Son creyentes del Cambio Climático antropogénico, comulgan con todos los dogmas de la ideología de género y el mito del buen salvaje actualizado a la inmigración masiva e irregular.

En este caso concreto, seguidamente se analizarán vocablos y expresiones del uso de la neolengua autodenominada por ellos mismos como progresista.

Comité

De acuerdo con la definición dada por la RAE, un comité hace referencia a una comisión que es un conjunto de personas encargadas de un asunto. La pregunta sería ¿qué tipo de trabajos? El mismo diccionario lo aclara en su segunda y siguientes acepciones: Órgano dirigente de un partido político o de una de sus secciones o hace referencia a un local de un partido político donde se desarrollan actividades de información, de adoctrinamiento y de propaganda. Es decir, el mismo nombre ya apunta a una politización innata de los CLER. Es decir, que sus objetivos no declarados son políticos. De hecho, este comité se autodefine como apartidista y transversal, sin que nadie lo haya preguntado o pensado. Excusatio non petita, accusatio manifiesta.

Y es apartidista por la innumerable maraña de organizaciones y partidos políticos de izquierda que ven en los CLER la tabla de salvación para poder tocar algo de poder que, de la manera democrática habitual, sería imposible de conseguir.

Emergencia climática

En este sentido, la representante del comité de Benetússer ha hecho un llamamiento a reflexionar sobre el contexto de "emergencia climática" en el que vivimos para "repensar cómo queremos que sea esa reconstrucción". En realidad, traduzco al español, lo que esta representante quiere decir es que nos ayuden empleando los jugosos fondos solidarios de los creyentes en el cambio climático antropogénico y para ello invoca el mantra que demuestra que es de los suyos.

Lengua

Siempre hablan mayoritariamente en catalán, nunca en valenciano. Cuando se habla de Lengua, siempre se sobreentiende que no es el inglés, sino el catalán. Porque todos estos CLER son de ideología autodenominada "progresista", de izquierdas y en el pack del perfecto zurdo político, en Valencia, tienes que ser catalanista.

Las razones que justifica este comportamiento absurdo se pierde en la noche de los tiempos, pero desde siempre los conservadores de ultraizquierda lo han metido en el pack sin que nadie se lo haya cuestionado nunca. Cosas del conservadurismo zurdo visceral que se niega a pensar por sí mismo ansioso de no separarse del rebaño en el que encuentra su seguridad.

DANA

Los CLER nunca emplearán el vocablo barrancada para lo ocurrido el 29-O de 2024 en la comarca de l'Horta Sud de València. Nunca. Para ellos, siempre, pero siempre, siempre, todo es nuevo y lo que había anteriormente no existe en una patológica huida hacia adelante a la que les obliga su ideología progresista.

Por eso, el fenómeno recurrente y periódico de las barrancadas valencianas en el valle de aluvión en el que se desarrolla l'Horta Sud, es un concepto que les destroza sus creencias y dogmas climáticos. Les rompe el relato. Para que el relato funciones, lo ocurrido el 29-O tiene que ser algo nuevo e insólito. Y como tal, hay que darle un nuevo nombre que nunca antes había existido para construir un hombre de paja creíble al que agitar públicamente para poder convertirlo en el chivo expiatorio contra el que verter toda la ira y descargar la presión social justificando jugosas subvenciones  y presupuestos, siempre públicos, en los que medrar indolentemente. Y ese nombre cocinado en los hornos científicos y analizado en los think-tanks encargados de la ingeniería social es, ni más ni menos, que la DANA: Depresión Aislada en Niveles Altos. Es un nombre que además cumple con las normativas modernas: es un acrónimo, es femenino, sonoro y fácil de recordar. Un perfecto vocablo para incorporar al diccionario de la Neolengua moderna.

 


Comentarios