No tendréis ayudas, ni aunque las pidáis

 

Lo que más rabia me da de todo esto es tener que darme la razón. Cuando todavía estábamos apilando coches en las calles por el desastre de la barrancada del 29-O, un rayo de esperanza se anunció en forma de ayudas estatales para paliar dicho desastre. Medidas adoptadas por la gracia del Dr. Sánchez que bien pronto se apresuró a apuntárselas personalmente como gran benefactor de la humanidad herida y a quien teníamos que render pleitesía por una magnanimidad que en él alcanzaba su plenitud gloriosa.

Estas ayudas se ampliaron posteriormente para abarcar a nuevos daños ocasionados. Mientras hacía los trámites solicitando estas ayudas estatales, yo mismo me desanimaba recordando el "esfuerzo y la solidaridad" empleada por el estado en el triste episodio del volcán de la Palma. Ayudas que fueron explotadas mediáticamente, Pero me negaba a creerlo dado que la letra de la ley lo afirmaba claramente. 

Lástima del tiempo que tuve que dedicar a localizar el servidor al que tenía que acceder para realizar la solicitud. Lástima de electricidad que gasté, de tiempo de computación, de línea de internet, de certificados digitales por los que tuve que invertir un tiempo precioso, recopilación de documentos, rellenado de formularios... Lástima de tantos esfuerzos y tiempo. Un tiempo que ya no volverá y que podríamos haber dedicado a otros menesteres mucho más productivos e importantes.

La frustración es directamente proporcional a las expectativas incumplidas.

Hoy he recibido una notificación electrónica en la que se me informa que las ayudas solicitadas al estado para recuperar el estado de la comunidad de propietarios han sido denegadas porque ya nos dieron una indemnización el consorcio de seguros. También nos informan que ellos se desentienden de si nos cubrieron todo el desastre o no y que si tenemos alguna queja, que se la hagamos al consorcio.


 Copia del comunicado recibido

Así mismo, también nos informan de que si tenemos algo que protestar al gobierno, que nos vemos en los tribunales y si eso, ya veremos después de gastarnos miles de euros en los tribunales, años de demoras y demás, si nos pagan algo y si ese algo cubre lo que nos falta.

Y si mientras tanto, te mueres o lo dejas, pues gana la banca... como siempre.

Resumiendo, tras ofrecerse a ayudar si lo pedíamos y tener que solicitar la ayuda explícitamente, nos han contestado que no nos van a ayudar, ni aunque lo pidamos.

Lo triste es que es verdad que de los 8.000 millones de ayudas prometidas, no han dado ni la cuarta parte, un año después.

La sensación de que me han vuelto a tomar el pelo y de haber estado perdiendo el tiempo; la sensación de ser un ingenuo y la cara de bobalicón, con un rictus congelado en la boca, que se me ha quedado, sólo es comparable con la amargura de quien se descubre ciudadano de un estado fallido. Un estado que no dudará en cobrarme hasta el último céntimo por cualquier miseria*, al tiempo que me niega cualquier soporte solicitado. 

Bienvenidos a la agenda 2030. No tendremos nada, pero vamos a ser mucho más felices.

Gracias desde aquí Dr. Sánchez. Reciba desde Valencia recuerdos de mis partes al tiempo que deseo que sepa que este detalle no será olvidado en las próximas elecciones.

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* A mi me han llegado cartas de la Diputación con cargos a pagar de siete euros por flecos de herencias o incluso una vez una cantidad ridícula por plusvalías. Costaba más mi tiempo y los recursos gastados por la administración, que también pago yo, que la cantidad demandada. 

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