Normalización anormal

La Dipu ha desarrollado una campaña de pegatinas denominada 'Las pegatinas de la Dipu' que la concejalía de Normalización Lingüística del Ayuntamiento de Catarroja apoya haciendo palmas con las orejas. Una serie de 20 stickers para mensajería instantánea con expresiones cotidianas valencianas para compartir en las RR.SS. Pegatinas que puedes descargar aquí.

Ya es tendencioso que la regidoría se llame de "normalización", dando a entender que la situación, después de tantos años de democracia, no es normal, o al menos tan normal como le gustaría al ayuntamiento nacionalista-socialista. Dice la sabiduría popular: siempre se presume de lo que se carece. Tal vez sea por ello que se gastan ingentes cantidades de nichos y panteones en promocionar asimétricamente a una lengua siempre en detrimento de la otra. Eso sí que no es normal, cuando el uso de una supera ampliamente a la otra.

No sabemos por qué, la alcaldía está obligada a realizar este tipo de apoyos, fuera de sus competencias explícitas, con las necesidades tan evidentes que tiene el consistorio. Y ciertamente, si este apoyo forma parte de sus competencias implícitas, mucho nos parece que, en su exceso de celo, este tipo de actividades no sean más que un claro ejemplo de posible prevaricación tácita rayana en la ilegalidad o al menos, unos subterfugios realizados en las sombras de la alegalidad. Vamos, unos rábanos agarrados por sus hojas.

Puestos los miembros de la alcaldía a presentarse como servidores públicos de población, de quienes cobran sus onerosos sueldos y por quienes se entregan en vocación de servicio público, entendiendo que la lengua es una herramienta creada por los seres humanos al servicio de las personas, estaría bien que se publicaran unos criterios claros y objetivos que justificaran la cantidad de "apoyo" que esta alcaldía, su trazabilidad y su TRANSPARENCIA.

Retorcer con subvenciones la realidad para amoldarla a su distorsionada ficción lingüística, no hace sino violencia social sobre aquellos que financian, con sus impuestos, precisamente dicha distorsión que se les impone. Otro claro ejemplo de aplicación de la bala china.