Es imprescindible que las autoridades competentes, en este caso los ayuntamientos de l'Horta Sud, y en especial Catarroja y Albal hagan una declaración conjunta en la que manifiesten su deseo de colaborar en la creación de un plan de protección conjunto de todas las localidades frente a las recurrentes y periódicas riadas, en el que se comprometan a colaborar con otras instituciones en la creación del plan oeste y a reconocer públicamente sus equivocaciones.
En el caso de Catarroja, debería pedir perdón por haber:
- Autorizado la construcción de viviendas en la zona inundable de la Avda. Rambleta, lo cual obligará a crear una nueva rambla aguas arriba, por detrás de Villa Carmen.
- Llamado calle a la Rambla de Pelayo.
- Permitido construir fincas allí justo al lado del barranco, impidiendo una zona de servidumbre necesaria para el cometido de sus funciones como rambla.
- Empujado a los coches a aparcar en mitad de la rambla en lo que ufanamente han llamado parking de Pelayo y que además iban a potenciar poniendo iluminación nocturna.
- Por haber creado el PAI Nou Mileni que, gracias a Dios, no llegó a consumarse. Porque si se hubiera hecho, el desastre hubiera sido mucho mayor.
En el caso de Albal, debería pedir perdón por haber:
- Hecho deliberadamente un plan de urbanización en plena rambla justo al lado de Catarroja, enfrente del parque del Sacanet y de la Florida.
- Subido a posta medio metro el terreno de dicho plan de urbanización, en plena rambla, para que las aguas de las avenidas
se desviaran a Catarroja. Desvío que no le ha servido de nada visto que el agua siempre busca su camino.
- Concedido permiso de obras al edificio que ahora constriñe el barranco que le separa de Catarroja.
Y en ambos casos, por
- La ceguera de estrangular la rambla de Pelayo hasta hacerla pasar por un ojo de acequia ridículo, a todas luces insuficiente.
- Haberse empecinado en realizar un paso inferior al lado del parque de los patos que debería ser multiplicado por cinco y cederse al paso natural de las aguas cuando vienen las crecidas.
- Por no haber realizado un plan de emergencias y un plan a largo plazo de devolución de los cauces naturales.
- Por no haber previsto que era cuestión de tiempo que nos volviera a pasar esto y no haber hecho presión y haberse unido para reclamar unos derechos que ya hemos visto lo que les importa a los que no viven aquí.
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