Héroes de Catarroja

 

El pasado 29 de octubre de 2024, quedará ya para siempre en la memoria de todos nosotros la barrancada que anegó al pueblo de Catarroja.

La situación vivida a partir de entonces, nos llevó de un lado a otro, como la corriente del agua llevaba coches, furgonetas, mobiliario o cualquier otra cosa a donde le diera la gana.

No lo sabíamos, pero la realidad nos ha demostrado que vivimos en un pueblo heroico. Personas cotidianas, anónimas, que te las cruzas por la calle y que no sabías que, llegado el caso, serían capaces de ponerse en peligro o incluso perder su vida por ti.

Los verdaderos héroes han sido los chavales, la gente del barrio, los voluntarios que han venido de todas partes a ayudar en algo, lo que pudieran o les dejaran. Han sido los que han perdido su vida haciendo comidas para que nosotros pudiéramos dedicarnos a limpiar y quitar el fango; los bomberos; los de la UME; los que se han tirado TODA la noche quitando las montañas de basura que todavía quedaban en las calles...

Héroes sois todos los que habéis llorado, pero que con vuestras lágrimas lavasteis el lodo que os cubría; los que hicisteis interminables horas para conseguir un cubo de agua potable; los voluntarios que caminaron TODOS los días dos horas desde Valencia, en la penumbra del amanecer, para llegar hasta aquí bien pronto y ponerse a nuestra disposición para ayudarnos en lo que fuera; cargados con sus propios materiales de limpieza y, tras acabar una agotadora jornada, volvieron a caminar otras dos horas para volver de nuevo a sus casas, a oscuras, de noche, sin más alumbrado público que el flash de sus móviles...

A todos los que habéis rescatado a gente desconocida, a los que habéis abierto vuestras casas a transeúntes que pasaban por vuestro portal y les disteis cobijo porque no tenían más remedio que pasar con vosotros aquella fatídica noche; a todos vosotros, este sentido homenaje porque nos hemos demostrado que somos un gran pueblo, con un corazón de oro, con una generosidad sin límite, con una entrega generosa... un pueblo del que nos enorgullecemos de formar parte y al que defendemos con gusto.

A todos vosotros que habéis ayudado a levantarse al abatido, que habéis dado esperanzas al que lo perdió todo, a los que habéis dado de comer al hambriento y de beber al sediento, a los que habéis perdido parte de vuestra vida por nosotros, sólo me sale una palabra: 

GRACIAS