Imagínense que un mindundi como yo, tuviera un canal para poner fotos sobre el último huevo frito que le hice anoche a mi hijo. O para subir fotos de lo brillante que me ha quedado el pasillo tras lavarlo, o de la hermosura de los pepinos que acabo de comprar del colmado García.
¿Qué pensarían ustedes de mi?
Este tipo de actuaciones normales e intrascendentes no tienen más interés que para mí y no deberían ni publicarse; por puro pudor.
Pues bien, existe un canal en face, mantenido por una organización gubernamental (ayuntamiento), que se denomina "Carrer a Carrer Catarroja" en el que se pueden ver publicaciones interesantes como la cantidad de litros de aceite recogidos en el último mes y dónde están situados los contenedores para su recogida o avisos de que puedes recoger el bono cultural si has cumplido 18 años en 2022. Insisto, tiene su cometido informativo complementario al portal institucional del ayuntamiento.
Pero en cambio, en el mismo blog, aparecen también un listado de trapas cambiadas recientemente por deterioro, un empleado limpiando con agua a presión las aceras, o limpiando sumideros, desbrozando márgenes o simplemente se muestra lo limpitas y brillantes que han quedado las calles tras pasar el servicio municipal de baldeo. Información, piensan ellos, de importante trascendencia para los vecinos.
Por supuesto, también se dedica al blanqueamiento de atropellos realizados por Martín, el enterrador, al músico José Manuel Izquierdo.
Cuando llegamos a este nivel, no puedo por menos que pensar que no hay más cosas de las que orgullecerse en este pueblo y que el nivel de exhibicionismo público difícilmente puede ser superado.
Es irrisorio poner un listado de trapas reparadas cuando simplemente es su obligación revisarlas periódicamente y sustituirlas si se deterioran. Para eso se pagan impuestos. Para eso existen los ayuntamientos y para eso les hemos votado.
Siguiendo la línea editorial de este grupo, echaría en falta, por ejemplo, un listado de las bombillas que cambian o de las cacas de perro recogidas o ya puestos, cuántas papeleras se vacían diariamente.
Este esfuerzo, que simula un ejercicio de transparencia, se queda en mera propaganda y especialmente este año. Propaganda que pone de manifiesto la insoportable levedad del ser de esta alcaldía, obsesionada por elevar a una altura épica su intrascendencia, en un ejercicio de autocomplacencia, mientras se niega a suministrar otro tipo de información que se le solicita por escrito a través de instancias. Doy fe de ello. Y además con reincidencia chulesca.
Además, por si fuera poco, al coste de realizar esas actividades, hay que añadir el coste de desplazar a un reportero al lugar, esperar a que el operario esté en la pose y lugar adecuado para poder obtener los mejores planos sin que parezcan cursis e impostados, volver de nuevo al ayuntamiento, volcar las fotos realizadas, seleccionar las mejores, retocar la que corresponda, subirla al grupo... y todo ello al precio marcado de concejal en horas de trabajo o de reportero contratado por el ayuntamiento, con el dinero sacado de tus impuestos.
Ellos se regocijan autocomplacidos a cargo tuyo. Mediocridad envuelta en lazos de oro.
Este tipo de comportamientos son extremadamente útiles para una ciudadanía despierta porque:
1.- Dan una información fidedigna de qué es importante para el consistorio actual.
2.- Ponen de manifiesto la desconexión entre sus intereses y los de los ciudadanos reales que pisamos día a día las calles de Catarroja.
3.- Ponen de manifiesto lo que opinan realmente de nosotros más allá de sus soflamas infatuadas.
4.- Si lo observas como un histórico, emerge impúdicamente su agenda real y no la que nos venden en las elecciones.
Para el ciudadano comprometido con su pueblo y consciente de la importancia de su voto, es una fuente de información de primer orden para decidir claramente a dónde quiere dirigir su pueblo.
¿Qué pensarían ustedes de mi?
Este tipo de actuaciones normales e intrascendentes no tienen más interés que para mí y no deberían ni publicarse; por puro pudor.
Pues bien, existe un canal en face, mantenido por una organización gubernamental (ayuntamiento), que se denomina "Carrer a Carrer Catarroja" en el que se pueden ver publicaciones interesantes como la cantidad de litros de aceite recogidos en el último mes y dónde están situados los contenedores para su recogida o avisos de que puedes recoger el bono cultural si has cumplido 18 años en 2022. Insisto, tiene su cometido informativo complementario al portal institucional del ayuntamiento.
Pero en cambio, en el mismo blog, aparecen también un listado de trapas cambiadas recientemente por deterioro, un empleado limpiando con agua a presión las aceras, o limpiando sumideros, desbrozando márgenes o simplemente se muestra lo limpitas y brillantes que han quedado las calles tras pasar el servicio municipal de baldeo. Información, piensan ellos, de importante trascendencia para los vecinos.
Por supuesto, también se dedica al blanqueamiento de atropellos realizados por Martín, el enterrador, al músico José Manuel Izquierdo.
Cuando llegamos a este nivel, no puedo por menos que pensar que no hay más cosas de las que orgullecerse en este pueblo y que el nivel de exhibicionismo público difícilmente puede ser superado.
Es irrisorio poner un listado de trapas reparadas cuando simplemente es su obligación revisarlas periódicamente y sustituirlas si se deterioran. Para eso se pagan impuestos. Para eso existen los ayuntamientos y para eso les hemos votado.
Siguiendo la línea editorial de este grupo, echaría en falta, por ejemplo, un listado de las bombillas que cambian o de las cacas de perro recogidas o ya puestos, cuántas papeleras se vacían diariamente.
Este esfuerzo, que simula un ejercicio de transparencia, se queda en mera propaganda y especialmente este año. Propaganda que pone de manifiesto la insoportable levedad del ser de esta alcaldía, obsesionada por elevar a una altura épica su intrascendencia, en un ejercicio de autocomplacencia, mientras se niega a suministrar otro tipo de información que se le solicita por escrito a través de instancias. Doy fe de ello. Y además con reincidencia chulesca.
Además, por si fuera poco, al coste de realizar esas actividades, hay que añadir el coste de desplazar a un reportero al lugar, esperar a que el operario esté en la pose y lugar adecuado para poder obtener los mejores planos sin que parezcan cursis e impostados, volver de nuevo al ayuntamiento, volcar las fotos realizadas, seleccionar las mejores, retocar la que corresponda, subirla al grupo... y todo ello al precio marcado de concejal en horas de trabajo o de reportero contratado por el ayuntamiento, con el dinero sacado de tus impuestos.
Ellos se regocijan autocomplacidos a cargo tuyo. Mediocridad envuelta en lazos de oro.
Este tipo de comportamientos son extremadamente útiles para una ciudadanía despierta porque:
1.- Dan una información fidedigna de qué es importante para el consistorio actual.
2.- Ponen de manifiesto la desconexión entre sus intereses y los de los ciudadanos reales que pisamos día a día las calles de Catarroja.
3.- Ponen de manifiesto lo que opinan realmente de nosotros más allá de sus soflamas infatuadas.
4.- Si lo observas como un histórico, emerge impúdicamente su agenda real y no la que nos venden en las elecciones.
Para el ciudadano comprometido con su pueblo y consciente de la importancia de su voto, es una fuente de información de primer orden para decidir claramente a dónde quiere dirigir su pueblo.
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