Atrás
quedó la erupción de Cumbre Vieja en la Palma de Gran Canarias. Un
volcán que sepultó, carreteras, viviendas y plantaciones sin pedir
permiso a la población. Por sorpresa, casi sin avisar, con violencia, de
forma autoritaria e impetuosa. Desgracias que ocurren a 1900 Km de
distancia y que no pueden afectarnos.
O
eso pensaba yo. Pero no caí en la cuenta que en Catarroja TAMBIÉN
TENEMOS UN VOLCÁN. Y entró en erupción generando un frente lávico que
promete arrasar y sepultar todo lo que encuentre a su paso anticipando
una declaración de zona catastrófica.
En
ambos casos, Cumbre Vieja y Cumbre Paluzié, la naturaleza salvaje se
impuso y el resto de la población tuvo que aceptarlo y doblegarse
impotente. Son los riesgos que tienes que aceptar por vivir en estos
lugares.
Con
ello, no sólo arrasará lagos, rocas, canales... también expulsará a la
fauna autóctona como el cocodrilo y la libélula; también sepultará
nuestros recuerdos y los de nuestros hijos. Cuando sean mayores, los que
todavía se acuerden, se lo contarán a nuestro nietos de una forma vaga e
imprecisa.
Recuerdos que se desvanecerán en la bruma de la historia, para siempre, como lágrimas en la lluvia.
Nota: Se adjuntan fotos del frente lávico en su avance del 25 de mayo de 2022.
Se anima a visitantes y curiosos a no tocar la roca porque todavía está caliente.
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